domingo, septiembre 30, 2007

La Soledad...

Cuando la soledad te llama... no piensas... sólo te acercas a ella. Y es que simplemente no te puedes resistir a sus encantos. Es tan vacía, tan oscura,sin dueño; pero a la vez tan llena, tan clara, tan tuya. Es practicamente imposible no hacerla tu compañera, cuando nadie se acerca a ser tu amigo, tu amante. Sería muy sencillo decir que la soledad es, por excelencia, la causa número uno en suicidios; pero no lo es. El único culpable siempre será el solitario que se dejó acompañar por la amiga soledad, que a costa de una sonrisa y siendo muy egoísta, sólo quiere un compañero. La vida siempre da muchas vueltas, un día estás de pie y otro te ves de cara al suelo. Estar triste es lo más sencillo del mundo, pero ser feliz... necesita mucho sufrimiento y el sufrimiento siempre va de la mano con la soledad. La soledad es tan poderosa que aún estando en una habitación con un millón de personas, siempre podrás sentirte sola o solo sin importarte qué tan fácil puede ser acercarte, aunque sea, a una sola persona de ese millón que comparten la habitación contigo. Para nuestra fortuna, siempre... siempre hay alguien que está igual de solo o sola que tú. El problema es... encontrar a esa persona entre el millón que comparten la habitación. La posibilidades son infinitas, y muchas personas las encuentran facilmente, otras... no. Pasan años, décadas, siglos y nada. No escuchas, oyes ruido sin sentido a tu alrededor; no observas, ves figuras borrosas que siguen su camino. Pero el día en que llegas a escuchar esa voz que te da calor y observas claramente esa figura que te llena, ese día la mimísima soledad se sentirá sola y buscara compañía en otra persona. Otra persona cuya vida está igual de vacía que nuestra amiga... la soledad.

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Siempre

Dejaré abierta la ventana por si un día pasas, por si  un día pasas y pueda yo apreciar tu esencia. Dejaré la puerta entre cerrada por si...